Ko Samui y Ko Phangan

La pequeña odisea de vans, autocares, ferrys y taxis que necesitamos para llegar a Ko Samui se vió gratamente recompensada en cuanto pusimos pie en la isla y admiramos la tranquila costa de Lamai, al este de la isla, donde pasaríamos tres fugaces días.

La playa parecía una piscina, acompañada de grandes rocas a los lados, sus calmadas y claras aguas nos enamoraron nada mas verlas.

 Entre baño y baño, y masaje y masaje, alquilamos una moto para ir a ver las cascadas de Nam Tok Na Muang que no estaban en el mejor momento pero aun así el paseo y el paisaje merecieron la pena. 

En Ko Samui también visitamos algún templo como el Wat Phra Yai que alberga un gran buda de 15 metros y el Wat Plai Laem.

 Estos días de descanso paradisíaco en los que hasta nos bañamos bajo la lluvia siguieron con tres días más en la isla vecina, Ko Phangan.

Ko Phangan es conocida por la Full Moon Party, una fiesta que hacen en un playa las noches de luna llena (y ahora también cada fin de semana, aunque la Full Moon es la que moviliza a más gente). 

Creemos que la isla esta demasiado enfocada a estas fiestas y hay muchas cosas que se echan a perder por la masificación. Aun así, tiene sus pequeños rincones que valen la pena. Conduciendo con sumo cuidado por las poco preparadas carreteras de la isla fuimos a ver Wat Khao Tam en el que se hacen retiros de meditación, el Wat Po que tiene una sauna genial entre los bosques llevada por los monjes del templo,  el templo Chino con unas espectaculares vistas y  el segundo árbol más grande de Tailandia de 14 metros de diámetro.

Nos alojamos en unos bungalows en la playa y en uno de los paseos marítimos de Xavi… encontró una isla! Sí, la marea había bajado y en medio de la playa se podía ver una ovalada y emergente superficie de arena fina rodeada de mar por todos los lados. ¡¡Tenemos nuestra isla!!  ¡¡Se llama Ko Florido!! La pena es que desapareció al subir la marea…

Nos despedimos de estas dos grandes islas con una buena (y barata) mariscada en el mercado nocturno de Ko Phangan (tu eliges lo que quieres en un mostrador de pescado fresco y ellos te lo cocinan a la brasa). Ponemos con muchísimas ganas rumbo a la última de las islas de esta zona y de la que tanta gente nos ha hablado tan bien. Ko Tao allá vamos!! Tus playas serán las últimas de este gran viaje que poco a poco y sin poder remediarlo llega a su fin.

Saludos y agradecimientos a todos, pasamos de largo de las dos mil visitas!! Se va acabando lo bueno!

Las playas de Krabi

Solo nos hizo falta coger un ferry y una furgo para poner los pies en Krabi y establecernos durante tres días. Nuestra cabaña (sí, parece que solo busquemos cabañas pero es lo que aquí abunda y están genial en relación calidad-precio) se encuentra cerca de la playa de Ao nang.

La primera tarde descansamos del ajetreo de mochilas en la piscinita del resort que esta pegada a los macizos calizos de esta zona. Hay que decir que le estamos cogiendo gusto a esto de las sopas instantáneas que tanto toman por aquí y alguna que otra noche ha caído para cenar.

Al día siguiente nos levantamos pronto y pusimos rumbo a la playa de Railay a bordo de un barco de madera. Tiene una zona este en la que los manglares abundan a lo largo de una bulliciosa calle llena de alojamientos, bares y hasta un ring de muay thai! Y una zona oeste mucho más tranquila en la que la marea nos sorprendió tomando el sol. Nos gustó tanto esta zona que durante esa misma tarde lluviosa decidimos coger un tour para el día siguiente y visitar las islas cercanas.

Nos recogieron en el hotel y de camino vimos una mezquita en construcción, esta provincia esta mas cerca de Malasia por lo que hay numerosos musulmanes entre sus habitantes y ésto nos ha permitido escuchar la llamada al rezo desde los minaretes cercanos. Cogimos un pequeño barco y la primera parada fue en Ko Poda y Ko Taloo unas pequeñas islas con formaciones rocosas conectadas por un paso submarino. Después del bañito fuimos a hacer snorkel cerca de Chicken Island (sí, se llama isla del pollo porque tiene esa forma jeje).

La excursión acabó en la punta de la península en Hat Tham Phra Nang donde se encuentra la Thaiwand Wall, la pared de escalada mas famosa de Railay y también la Cueva de la Princesa, un pequeño santuario en el que “habita” el espíritu de una princesa hindú que naufragó en este lugar durante una tormenta en el siglo III aC. Los habitantes ofrecen falos de madera para fomentar la pesca y la fecundidad, muy curioso.

Nos despedimos como siempre agradeciéndoos el seguimiento y los comentarios. Nuestro próximo destino está un poco más alejado y es que cambiamos el Mar de Andamán y nos despedimos del Océano Índico para bañarnos en el Pacífico. Nos vamos al golfo de Tailandia, en el mar de la China!! Próxima parada Ko Samui!!